El voltear y verte ahí en la entrada de tu casa tan solo diciendo adiós mientras intentabas abrir la puerta, me hizo extrañar tanto el poder despedirme de ti de la manera en que solía hacerlo, pero a la vez me hizo pensar muchas cosas, sobre la vida, sobre mi vida, sobre lo que pasa en nuestras vidas...
Me alejo con esa imagen aun en mi mente, y me doy cuenta que por mas que quiera revivir esos momentos no puedo, algo me atrapa impidiendo llegar a donde estas, me doy cuenta que no es el momento, ni el ritmo, o las personas...
De nuevo hago el intento de imaginar que estoy ahí, diciendo de nuevo adiós, a una persona que no reconozco, que a lo lejos levanta su mano y me invita a compartir aunque sea el consuelo que cuando menos aun conservan sus brazos...
No se si aun existan aquí esas personas que compartían tan delicada, suave y perfecta costumbre...
...Ex-Rudo...
1 comentario:
Hola!
Esta entrada me encantó, sobre todo: no sé si aún existan aquí esas personas que compartían tan delicada, suave y perfecta costumbre... =DDD
Y me recordo unos versos de Neruda:
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Saludos!
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