lunes, 18 de junio de 2007

...Nuestro Fuego...


-Esto es lo único tan bello como un violín -Dijo Sait Hartmann, y descubrió el cuerpo de su esposa. Como una llamarada en medio de la noche. Eusebio Ruvalcaba (El portador de la fe)



El descubrir de nuevo la noche, mientras mis manos lentamente van creando el fuego que nos ayudara a marcar el lugar...

Empiezo suavemente a moverme, no siento los pasos, ni el camino, tan solo voy tropezando con lo que la noche dispone...

Juego conmigo mismo mientras los ojos de la noche van colocando sobre mi su reflector, empiezo a sentir el calor, el movimiento de todas esas estrellas que se han reunido para ver mi viaje..

Los pasos empiezan a sentirse mas seguros, mi cuerpo ya no busca entre la noche, tan solo voltea a aquel lugar donde dejamos el fuego...

Me quedo ahí, observando como se aviva, y entregando su manto suave para acompañarme el resto de la noche, para abrir los ojos a la belleza, para mostrar que de nuevo estoy en el camino hacia un hogar...

...Ex-Rudo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oiga, pues que fogosa noche tuvo, jajajajajaja...no mas con cuidadito, señorito no quiero domingos ni sábados ni lunes siete, jijiji...
Pd.Espero conserves el regalo obsequiado por la luna.
Un abrazo apapachador.
Dora